El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente, con un componente genético importante asociado a una disfunción de la corteza prefrontal y los circuitos subcorticales relacionados. Su diagnóstico es clínico, es decir, se determina a partir de la presencia de un número mínimo de síntomas, establecidos por el DSM-V.
Se han investigado diferentes métodos para mejorar el diagnóstico, buscando una mayor objetividad en la identificación de los síntomas, así como una medición de la intensidad de los mismos; lo que facilitaría al médico la toma de decisiones terapéuticas, así como el seguimiento.
Ahora esta opción está disponible a partir de la creación y validación de la prueba MOXO.
Es una prueba computarizada, de fácil aplicación y estandarizada en varios países (Polonia, Turquía y España), la diferencia que la hace novedosa y con una mayor sensibilidad es que incluye distractores auditivos y visuales lo que permite semejar el desempeño del individuo en un ambiente común (aula, casa, trabajo).
Se cuenta con dos versiones, la pediátrica (6 – 12 años) y para adultos (13 – 60 años). Se obtienen 4 índices: atención, tiempo de respuesta, impulsividad e hiperactividad, generándose una tabla de desempeño, nivel de severidad y una gráfica de rendimiento dinámico.
Como no se genera aprendizaje es además muy útil para medir la respuesta al tratamiento, ya sea farmacológico, psicoterapéutico, neurofeedback, etc.
Esta herramienta novedosa está ya disponible para su uso en la práctica clínica por lo que la he implementado ya en mi consulta en el día a día, facilitando así la toma de decisiones terapéuticas.
Si tienes alguna duda no dudes en contactarme.
Información e imágenes tomadas de: Soto, R. Prueba de atención continúa computarizada. Neuropsicología Clínica, Vol. 1, No. 2, agosto-diciembre 2016.