El TDAH se caracteriza porque existen dificultades constantes para mantener la atención y/o el control de impulsos y el nivel de actividad.
Los niños por definición tienen periodos variables de atención, que se han establecido conforme la edad, así como ser inquietos por naturaleza, sin embargo, el niño con TDAH presenta estos rasgos con mayor intensidad, en diferentes ambientes y lo más importante interfiere con su funcionamiento ya sea en sus relaciones interpersonales, en el aprendizaje y en el comportamiento. Afecta a un 4 – 5% de niños en edad escolar y es más común en los varones, especialmente el tipo hiperactivo o combinado, siendo el tipo inatento más frecuente en las mujeres.
POR QUE ES IMPORTANTE HACER EL DIAGNOSTICO.
Los niños con este trastorno tienen dificultades en las relaciones sociales con sus pares (se llevan mejor con niños menores o mayores a su edad), es más frecuente en ellos una relación parental y escolar difícil con mayores castigos o regaños, se ha comprobado que en la adolescencia se incrementa el riesgo de abuso de sustancias, conductas delictivas o embarazos tempranos.
El diagnóstico de TDAH hasta la fecha es CLINICO, es decir, no existe ningún estudio (electoencefalograma, mapeo cerebral, tomografía o resonancia de cráneo, etc) que nos permita demostrar la disfunción cerebral, de forma que se establece en base a los síntomas del niño, que estos estén presentes antes de los 6 años y que persistan en más de 2 ambientes (para estar seguros que no es resultado de una inadecuada relación escolar o problemas de crianza). Los criterios para el diagnostico y tipos de TDAH son:
INTENTO: Debe presentar 6 o más de los siguientes síntomas:
- Se le habla directamente y parece no escuchar.
- Le cuesta trabajo poner atención a los detalles o comete errores por descuido en sus tareas.
- Pierde cosas frecuentemente
- Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
- No le gusta hacer cosas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
- Es desorganizado.
- Le cuesta trabajo seguir instrucciones (no más de una a la vez).
- Tiene dificultad para mantener su atención en las tareas.
- Se le olvida hacer cosas que tiene que hacer todos los días.
HIPERACTIVO/IMPULSIVO: Debe presentar 6 o más de los siguientes síntomas:
- Aunque esté sentado, mueve en exceso manos o pies.
- Abandona su asiento cuando se espera que permanezca sentado
- Brinca o corre en situaciones inapropiadas.
- Parece tener un motor constante.
- Habla mucho.
- Tiene dificultad para involucrarse en actividades de ocio.
- Contesta antes de que se le termine de formular una pregunta.
- Se le dificulta esperar su turno.
- Interrumpe las conversaciones frecuentemente.
MIXTO: CUANDO COEXISTEN LOS SINTOMAS DE INATENCION E HIPERACTIVIDAD/IMPULSIVIDAD.
El diagnostico diferencial es importante, existen otros trastornos o enfermedades que se confundan con el TDAH, como: epilepsia de ausencias, ansiedad, depresión, trastorno bipolar, etc. Otra condición importante a considerar son los niños con Alto rendimiento o “superdotados” que pueden confundirse. Por ello es importante un abordaje multidisciplinario donde participen: los padres, el médico, psicólogo, maestros.
TRATAMIENTO
Una vez que el médico (neuropediatria, paidopsiquiatra) establece el diagnóstico te orientara para mejorar o cambiar algunos métodos de crianza, así como recomendaciones a la escuela, además, dependiendo con mucho del grado de disfunción del niño te recomendara el tratamiento farmacológico más adecuado para él. En la actualidad el medicamento es la base del tratamiento del TDAH y como coadyuvante la terapia cognitivo conductual, manejo de ansiedad, etc.